El caballo Konik posee un cuerpo robusto, cabeza grande y patas cortas. Su pelaje es de color canela, excepto las crines, la cola, las patas y el morro, que son más oscuros.
Esta especie es la genéticamente más cercana al tarpán, compartiendo algunas características: algunos ejemplares muestran una línea oscura que les recorre el lomo y a veces incluso desarrollan un pelaje más pálido y lanoso en invierno.
El Konik surgió en el siglo XIX, al cruzar caballos domésticos con yeguas salvajes capturadas.
Es un animal perfecto para tareas agrícolas, ya que vive muchos años y es muy resistente. Aunque el interés de esta raza se centra sobre todo en su proximidad al tarpán. Ha sido desde el siglo XX objeto de diversos métodos de cría que buscaban potenciar las características de su antepasado extinto y obtener así una “reproducción” de éste que pudiera ser liberada luego en áreas protegidas para que cubriese el nicho ecológico que dejó vacante el tarpán.
Fuente: e-nimals.com